Grupos criminales migran al Pacífico para evitar detección
En los últimos dos años, grupos de narcotráfico históricos en Limón han comenzado a trasladar sus operaciones al Pacífico, buscando expandir sus mercados y eludir los estrictos controles policiales en el Atlántico.
La presión internacional y la presencia de fragatas de las policías de Colombia, Panamá, Estados Unidos, Países Bajos y Reino Unido han obligado a los traficantes a cambiar de ruta.
Las autoridades de Países Bajos, utilizando sus territorios insulares como Curazao, Bonaire y Saint Martin, han intensificado sus esfuerzos para interceptar grandes cargamentos de cocaína destinados a Amberes.
Esta colaboración internacional ha sido clave para reducir el tráfico en el Caribe, empujando a los narcotraficantes a explorar nuevas rutas en el Pacífico.
La Fuerza Pública, aunque participa en las operaciones, enfrenta limitaciones debido a la escasez de unidades. El apoyo de aviones radar proporcionado por el gobierno estadounidense ha sido esencial en la vigilancia.
Sin embargo, el vasto océano Pacífico ofrece a los narcotraficantes mayores oportunidades para eludir los controles, utilizando técnicas como el camuflaje de grandes alijos de droga en embarcaciones pesqueras y semisumergibles.
La proporción de drogas decomisadas también refleja esta tendencia. En el Pacífico, los decomisos de marihuana superan a los de cocaína, con 17,5 toneladas de marihuana frente a 8,4 toneladas de cocaína en 2022, y cifras similares en 2023.
En contraste, el Caribe presenta una mayor proporción de cocaína en comparación con la marihuana.
Esta tendencia podría estar vinculada a problemas logísticos dentro de la Policía Control de Drogas (PCD), que enfrenta dificultades con el Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), según denuncias recientes de su director, Stephen Madden.
La falta de aviones para sobrevuelos ha limitado las operaciones de control y reducción del tráfico de drogas.
A medida que las organizaciones criminales continúan adaptándose a las nuevas dinámicas de control, las autoridades internacionales y locales siguen trabajando para enfrentar el desafío del narcotráfico en ambas costas del país.