Salud

En solo 5 horas, niños consumen el equivalente a un día entero de comida

Nutricionistas de la UCR identificaron que un porcentaje importante de las personas menores de edad repiten sus tiempos de comida, lo que contribuye con el sobrepeso y la obesidad

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En solo 5 horas, niños consumen el equivalente a un día entero de comida

  • Nutricionistas de la UCR identificaron que un porcentaje importante de las personas menores de edad repiten sus tiempos de comida, lo que contribuye con el sobrepeso y la obesidad

Por: Fabricio Alfredo Obando Chan, periodista de Puntarenas Se Oye.

Enrique es un niño de 5 años y sus padres lo llevaron a la consulta con la nutricionista porque vieron que estaba sobrepasado del peso ideal para su edad esto debido a que Enrique hacía más de 5 comidas y le generó tener obesidad y sobrepeso a temprana edad.

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Muchas historias como la de Enrique se repiten a diario el sobrepeso y la obesidad está cobrando la factura a los niños según un estudio realizado por docentes y estudiantes de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR) revela una preocupante realidad: en tan solo cinco horas, las personas menores de edad pueden consumir hasta seis tiempos de comida distintos, lo que contribuye significativamente al sobrepeso y obesidad. La Universidad de Costa Rica muestra esta realidad.

El análisis, dirigido por la Dra. Rocío González Urrutia y la Dra. Ofelia Flores Castro, y apoyado por 18 estudiantes del curso “Módulo II: Situación Alimentaria y Nutricional del Menor de Edad en el Ámbito Institucional”, evaluó a 641 estudiantes en nueve centros de cuido y escuelas del área urbana de Costa Rica.

 

Los resultados mostraron que el 24.5 % de las y los menores analizados presentaba sobrepeso u obesidad, una cifra que refuerza, aún más, el desafiante panorama de salud infantil que enfrenta el país. Desde el 2016, por ejemplo, el Censo Escolar de Peso y Talla reportó que más de 118 000 escolares en Costa Rica viven con esta condición de salud.






 

Esa tendencia, que no ha mostrado señales de mejora en los últimos años, coloca al país en el puesto número 17 en Latinoamérica con el mayor porcentaje de personas adultas con obesidad, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicados en el 2022.

 

“El principal problema que hallamos en los entornos educativos y de cuido fue una sobre ingesta de alimentos por parte de los menores de edad debido a una repetición de los tiempos de comida. Vimos que las familias mandaban una merienda para cada recreo o receso que hay, a pesar de que a veces están separados únicamente por dos lecciones y son recesos cortos, de cinco minutos, que pueden utilizar para jugar y moverse”, enfatizó la Dra. Flores.

 

¿Las repercusiones de una sobre ingesta? Importantes. El sobrepeso y la obesidad no solo afectan la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también están estrechamente relacionados con un aumento en la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión y diversos tipos de cáncer.

 

Tan solo en Costa Rica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó más de 6 000 muertes relacionadas con el cáncer en 2022, una enfermedad en la cual la obesidad es uno de los principales factores de riesgo.

 

De continuar dicha situación, el país podría enfrentar una afectación de salud pública aún mayor en las próximas décadas, con una generación de personas adultas más enfermas y una sobrecarga aumentada para un sistema de salud que, de por sí, ya es frágil.

 

“Realizamos una evaluación integral de toda la situación alimentaria nutricional dentro del entorno particular en el que la persona menor de edad está inmersa. Esta evaluación contempló la toma de medidas de peso y talla, así como la consulta sobre hábitos alimentarios y de actividad física. No obstante, más allá de las cifras, lo que nos interesaba era analizar la calidad de la alimentación que estaban recibiendo las niñas y los niños. Así, nos dimos cuenta de los puntos de mejora que urge abordar para mejorar la situación”, mencionó la Dra. González.

 

Adicional a la sobre ingesta, las docentes identificaron otros cuatro problemas que obstaculizan la formación de hábitos alimentarios saludables. Entre ellos, incumplimientos en los tamaños de porción de alimentos establecidos por el Programa de Alimentación y Nutrición del Escolar y del Adolescente (PANEA), principalmente, en cuanto a vegetales y frutas.

 

También deficiencias de higiene en la preparación de las comidas y meriendas con cantidades excesivas de energía, azúcares agregados y grasa.

La ruta a seguir

 

Ante esto, las expertas en nutrición recomiendan que es urgente que el país empiece con vocación, disciplina y conciencia, a robustecer los estándares de calidad que procuran asegurar una excelente calidad de vida.

 

Parte de las opciones que la Dra. González y la Dra. Flores proponen son: la generación de nuevos lineamientos para limitar el ingreso de alimentos a los centros educativos y de cuido, a fin de priorizar la alimentación que se ofrece en estos espacios.

 

Otro aspecto es maximizar la supervisión en los comedores, regular la venta de comidas a lo interno que a veces efectúan las mismas familias para recolectar fondos, así como establecer programas de capacitación permanente al personal de los comedores escolares y de los centros de cuido.

 

“Muchas de las personas que preparan los alimentos se están quedando con el curso de manipulación que llevan cada cinco años. Entremedio, no hay capacitación ni actualización de ningún tipo, cuando son funcionarios sumamente importantes en el proceso de tutela de la alimentación de las y los menores de edad”, dijo la Dra. Flores.

 

Por el momento, y como parte de las acciones de la UCR para generar cambios sociales, las personas estudiantes de la Escuela de Nutrición realizan intervenciones en los centros educativos y de cuido dentro de su proceso académico.

 

El objetivo es mejorar la situación alimentaria y nutricional, según las necesidades identificadas y los problemas priorizados. Dicha acción permite abordar a las familias, personal del servicio de alimentación, personal administrativo de los espacios y a la población menor de edad desde acciones mediadas por la educación nutricional. La niña y el niño son el centro primordial del proceso de cambio.

 

“Hasta cierto punto, creo que hay que volver a reeducar desde el enfoque del trabajo conjunto. Si no ponemos reglas claras, esto va a seguir. Estamos hablando de algo muy actitudinal y no podemos descuidar la alimentación. Las personas de los comedores escolares pueden llegar a preparar hasta 1 200 comidas al día. El impacto es muchísimo y es vital empezar a hacer conciencia desde ya. Nosotros, desde la UCR, podemos aportar muchísimo a favor de la salud futura del país”, concluyó la Dra. Flores.

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