“Una bala me la quitó”: madre de Valentina exige justicia
Valentina Elizondo tenía 21 años y esperaba su segundo bebé. Su femicidio estremece a una comunidad que clama justicia.
La tarde del sábado se tiñó de tragedia en Chacarita, cuando Valentina Elizondo, una joven madre de 21 años, fue asesinada de un disparo mientras se encontraba en su vivienda.
La víctima, quien tenía seis meses de embarazo, fue atacada por su expareja sentimental, un hombre identificado con el apellido Castro, quien se entregó horas después en las oficinas del OIJ.
“Me la mató por la espalda”, declaró entre lágrimas Vilma Campos, madre de Valentina, al recordar el crimen que acabó con la vida de su hija y la de su futura nieta.
De la esperanza al horror
Valentina había dejado a su hija mayor, Mariana Sofía, al cuidado de su madre mientras hacía diligencias con su actual pareja. Esa tarde, la lluvia impidió que regresara a recogerla.
Fue cerca de las 5:00 p.m. cuando Vilma recibió un mensaje de su hija. Minutos después, su teléfono volvió a sonar. No era Valentina.
“Era el novio de ella, llorando, diciéndome que se la habían matado. No podía creerlo, me desesperé”, narró Vilma. Al llegar al lugar, ya las autoridades estaban allí. “No me dejaron verla, eso me parte el alma”.
Una historia marcada por la violencia
Según su familia, Valentina luchó durante más de dos años contra el abuso emocional y verbal por parte del agresor. Aunque no era una mujer sumisa, enfrentaba una relación donde el maltrato era constante.
“Tenía problemas de ira, era impulsivo, y aunque tratamos de ayudarla, la situación se le salió de las manos. Había medidas de protección, pero eso no la salvó”, dijo su madre.
Un disparo que rompió dos vidas
De acuerdo con la versión oficial, el femicidio ocurrió dentro de la casa de Valentina y no en unas cabinas, como se informó inicialmente. Fue un solo disparo, directo, certero. “Una sola bala me quitó a mi hija y a mi nieta”, expresó Vilma con el corazón roto.
El femicida permanece detenido y será procesado por la justicia. Mientras tanto, la familia de Valentina se aferra a Mariana Sofía, la pequeña de apenas tres años que ahora queda huérfana de madre.
Justicia para Valentina
Este nuevo caso aumenta las cifras de femicidios en Costa Rica, un país que sigue enfrentando con dolor la violencia contra las mujeres.
La comunidad de Puntarenas exige justicia, respuestas y medidas más efectivas para proteger a las víctimas antes de que sea demasiado tarde.
“No era solo mi hija, eran dos vidas. Ya es hora de que esto se detenga”, sentenció Vilma, ahora madre doliente y abuela protectora.