9 años desde el momento que cambió la historia del Hospital de Puntarenas
La mañana del 5 de septiembre del 2012 cambió para siempre el camino para el hospital Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez y sus colaboradores. La escala marcó 7,6 Mw (magnitud del momento sísmico), comprometiendo la estructura de 10 niveles que enmarcaba la entrada a Puntarenas; funcionarios y usuarios evacuaron las instalaciones en 18 minutos, tiempo récord, sin vidas que lamentar.
Héroes, heroínas, valientes y arriesgados colaboradores que nunca dejaron a sus pacientes, aunque el instinto de supervivencia dijera lo contrario, el personal se mantuvo junto a usuarios que se encontraban en sala de operaciones, neonatos, pediatría, maternidad, áreas que por el tipo de condición del paciente no podían evacuar por sus propios medios.
Manos amigas dijeron presente: Bomberos, cruzrojistas, policías, voluntarios, todos sumaron fuerzas para ayudar a sostener aquella trágica escena, donde los pacientes fueron evacuados de los salones de hospitalización y eran ubicados en las zonas seguras alrededor del hospital porteño que sufría uno de los embates más difíciles desde su creación.
“Como hormiguitas podía ver usted a los compañeros, llevando, trayendo, acomodando… trabajando”, indicó la enfermera epidemióloga del hospital Monseñor Sanabria, Dra. Cecilia Barrantes Marín, para hacer referencia al momento post terremoto, donde los colaboradores instalaron y equiparon el hospital en el edificio de Fisiatría y Rehabilitación, con el fin de dar continuidad al servicio de Emergencias; esto sin olvidar el apoyo de la comunidad puntarenense, así como la red de servicios de la institución, siendo edificaciones como la Casa de las Monjas, o las mismas Áreas de Salud de la provincia, que permitieron continuar brindando la atención médica correspondiente a la creciente demanda de usuarios de la región.
Resiliencia: se conoce a una persona resiliente por su capacidad de enfrentar a un agente perturbador o una situación adversa esto de acuerdo a la Real Academia Española; pero a los colaboradores del hospital Monseñor Sanabria, la palabra resiliencia cobró valor aquel 5 de septiembre, cuando literalmente su mundo laboral fue sacudido y comprometido.
Una labor titánica se vino para el centro médico, donde la máxima autoridad acompañado de las jefaturas que conformaban la estructura del hospital se arrollaron las mangas y junto al personal reacomodaron servicios. El área de atención disminuyó en más del 70% de su capacidad; generando que los espacios se aprovecharan al máximo con el fin de garantizar la continuidad adecuada de prestación de servicios de salud.
La mirada puesta en Puntarenas: las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social sabían que el tiempo apremiaba y debían tomar una decisión, ante el esfuerzo y compromiso del personal; la institución se organizó de modo que iniciaron los trámites para darle a Puntarenas un nuevo edificio que cumpliera con la necesidad de la población, tanto para el usuario externo como el interno y así llega la noticia de la construcción del nuevo hospital de Puntarenas, mediante el acuerdo de Junta Directiva, en la sesión 8634 del 9 de abril del 2013, en el artículo 13, inciso c, indica: “Instruir a las Gerencias Médica, Financiera y de Infraestructura y Tecnología, para que se realicen los estudios técnicos legales y financieros necesarios para el desarrollo del Proyecto Nuevo Hospital de Puntarenas como una prioridad institucional, el cual deberá tomar en cuenta el apoyo de la red de servicios”.
Además, del apoyo por parte de la institución, se decretó en el año 2017, en el gobierno del presidente Luis Guillermo Solís Rivera la “Declaratoria de interés público y nacional del proyecto de construcción y equipamiento nuevo del hospital Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez”; esto respaldó aún más el proceso que venía trabajando el equipo del HMS, en conjunto con la Dirección de Arquitectura e Ingeniería de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Actualidad: nueve años han transcurrido y aún los funcionarios del centro médico recuerdan aquella mañana como un momento clave que marcó sus vidas; a pesar de la espera por las instalaciones de la nueva sede del hospital, este centro médico ha logrado recuperar 22,615m2 de los 26,500 m2 con los que contaba el centro médico antes del terremoto de Nicoya en el 2012. A pesar de la rehabilitación de áreas claves y el reforzamiento de equipos, las autoridades del nosocomio no han dejado de trabajar en pro de la construcción del nuevo hospital, siendo este 2021 un año clave, donde las obras complementarias han dado inicio y la realidad de la nueva sede cada vez está más cerca.
Pandemia: enfrentar un evento de índole natural como lo fue el terremoto de Nicoya en el año 2012 le mostró a los colaboradores del HMS la capacidad que poseen de hacerle frente a situaciones complejas y donde la esperanza puede verse permeada por las condiciones externas. Ante la experiencia vivida hace 9 años, los colaboradores guiados por la máxima autoridad del centro médico aprendieron a prever escenarios y preparar la respuesta ante las diferentes posibilidades; por ello, a pesar del cansancio que se ha experimentado a nivel físico y emocional, los trabajadores del hospital Monseñor Sanabria siguen de pie, el incremento de casos, contagios internos y la contención para lograr atender a todas aquellas personas que lo requieran, así como activar las jornadas de vacunación para brindar mayor oportunidad a toda la población del territorio nacional, sin dejar de lado la continuidad de la prestación de servicios de salud.
El Dr. Randall Álvarez Juárez manifestó en su momento: “Aunque estábamos caídos en términos de infraestructura (por el terremoto de Nicoya en el año 2012), estábamos de pie, como soldados”, palabras que calan en el corazón de los funcionarios que a pesar de las vicisitudes que les ha tocado enfrentar, siguen dando su máximo esfuerzo para atender a los usuarios tanto positivos por covid-19, así como otras patologías; sin perder el norte que los llevará a las nuevas instalaciones del hospital Monseñor Sanabria Martínez de Puntarenas.
