Rompiendo el techo de cristal. Felicitas Chaverri, la primera mujer en obtener un título profesional en Costa Rica
Cada 12 de agosto se celebra el día de farmacéutico y farmacéutica en Costa Rica y Felicitas Chaverri fue la pionera en esta carrera.

Felicitas Chaverri Matamoros, más conocida como Lita, nació un 9 de mayo de 1896 en Atenas, Alajuela y fue hija de don Vicente Chaverri Solera y doña Teresa Matamoros González.

Posteriormente, se trasladó con su familia a la ciudad de Heredia, en donde realizó sus estudios primarios y en 1907 ingresó al Liceo de Heredia, junto con un grupo de 29 mujeres, donde cursó con gran éxito su educación secundaria y fue una de las tres primeras bachilleres del sistema mixto.
En 1911 debido a su carisma y vocación e inclusive de ayuda a los demás, tomó la decisión más importante de su vida que fue estudiar Farmacia, situación que causo un caos en la población de la época, ya que además de ser mujer, tenía 17 años y quería cursar una profesión exclusivamente para hombres.

Luego de varias deliberaciones de la Junta Directiva del Colegio de Farmacéuticos, ingresó en marzo de 1912 a la Escuela de Farmacia, en donde cursó con honores y graduándose el 23 de noviembre de 1917.
Nuestra querida Lita impulsó el derecho de las mujeres a estudiar Farmacia e inclusive el derecho a los estudios superiores. Ya siendo farmacéutica, tuvo que irse nuevamente a la ciudad capital de San José, donde ocupó la jefatura del Departamento de Drogas y Estupefacientes del Ministerio de Salubridad Pública.
Como dato curioso, se casó con el profesor guanacasteco Clímaco Pérez Arrieta y fungía como diputado, y de esa unión nacieron sus tres hijos Edwin, Allan e Iván.
Lita Chaverri Matamoros fue además una mujer con especial sensibilidad poética, como lo muestran los poemas publicados en revistas de la época.
La toga de farmacéutica la llevó hasta el 6 de octubre de 1934, cuando a sus 40 años muere en San José, dejando un gran legado para la profesión farmacéutica y para el país. Lita ingresó a la Galería de la Mujer del Instituto Nacional de las Mujeres en el año 2002.
El Colegio de Farmacéutico celebra el día de los farmacéuticos

En cada botica de pueblo, en cada hospital, en cada farmacia de barrio o de alta especialidad, hay farmacéuticos que siguen el ejemplo de Felicitas. Profesionales que estudian con rigor, que se actualizan, que escuchan, que educan y que velan por el uso correcto y responsable de los medicamentos.
“Desde el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica extendemos un cálido reconocimiento a todas y todos los profesionales de la farmacia, cuya labor ha sido clave en la construcción de un sistema de salud más equitativo, eficiente y humano. Son guardianes del bienestar colectivo, y su aporte merece ser valorado cada día”, indicó el Dr. José Gatgens, presidente del Colegio.
En emergencias, pandemias o desastres naturales, han sido parte de la primera línea. En las rutinas cotidianas, son el consejo confiable, el rostro familiar, la guía experta. Son científicos al servicio de la comunidad, y su labor merece visibilidad y respeto.
Que esta fecha no solo sea una celebración, sino un recordatorio del poder transformador del conocimiento. Que el nombre de Felicitas Chaverri Matamoros siga brillando como lo que es: la raíz de una historia de igualdad, ciencia y servicio.
La voz de una porteña
En nuestro medio de comunicación decidimos hablar con Ashley López, estudiante de la licenciatura en Farmacia de la Universidad Iberoamericana (UNIBE).
Ella nos explicó que el principal motivo de estudiar la carrera de Farmacia fue desde que estaba en el colegio sintió una gran inclinación por la química, era una de sus materias favoritas, y sabía que quería estudiar algo relacionado con esta ciencia y con el área de la salud.
A los 20 años empecé a trabajar en la Caja Costarricense de Seguro Social como asistente de farmacia, y durante ese tiempo me llamó mucho la atención la labor en farmacia hospitalaria. Esa experiencia fue determinante para que tomara la decisión de iniciar mis estudios en la carrera de Farmacia.
Además, cuenta que antes de cursar la carrera de Farmacia consideraba en un inicio estudiar Enseñanza de las Ciencias Naturales. Sin embargo, mi experiencia laboral en el área de farmacia inclinó aún más mis intereses hacia esta profesión, ya que me permitió conocer de cerca su importancia y su impacto en la salud de las personas.
Comentó que tenía muchas expectativas
»Considera que es una carrera muy enriquecedora, no es sencilla, pero sí sumamente gratificante. Abarca conocimientos en química, matemáticas, biología y farmacología, lo que la hace muy completa. Me siento muy contenta de haber elegido esta profesión y no me he arrepentido en ningún momento. Ahora que solo me queda un cuatrimestre para finalizar, espero continuar disfrutando y aprendiendo cada día más».
López mencionó que cuando ingresó a la carrera universitaria no sabía que existía un abanico de oportunidades para ejercer la profesión.
»No tenía idea de la gran variedad de funciones que puede desempeñar un farmacéutico. Con el tiempo descubrí que puede trabajar en múltiples áreas: desde la farmacia comunitaria y hospitalaria, hasta la industria farmacéutica, la docencia, la investigación o como visitador médico, entre otros campos. Esta diversidad hace de la profesión algo muy versátil y lleno de oportunidades».
Al cierre de la entrevista cuenta que quiere especializarme y trabajar en el área de farmacia hospitalaria, ya que es el campo que más me apasiona y donde siento que puedo aportar de forma directa a la atención y bienestar de los pacientes.
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