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Monteverde, es un cantón donde su gente es trabajadora, servicial, cálida y especialmente emprendedora todo eso se puede observar en este hermoso paraíso creado por Dios.

En el período de la pandemia por COVID-19: nació un emprendimiento llamado La Tilichera, como una forma creativa y solidaria en tiempos difíciles. Actualmente, está iniciativa representa lo que es posible cuando una comunidad se une alrededor de valores compartidos como lo son: sostenibilidad, solidaridad y cuidado mutuo.

La Tilichera es una iniciativa de CORCLIMA y existe gracias a la colaboración entre la Municipalidad de Monteverde, el Banco de Costa Rica, el Instituto de Monteverde y el Fondo Comunitario. Dichas alianzas han permitido que el proyecto siga vigente e inclusive brindando un apoyo a las familias de la comunidad. 

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Un  espacio para compartir, no para comprar

La tienda funciona como un espacio comunitario basado en la tradición del trueque y en los principios de la economía circular: usar con cuidado, compartir lo que no necesitamos y evitar generar desechos. Allí las personas encuentran ropa, artículos para el hogar, juguetes, libros y otros objetos que aún tienen vida útil. No se intercambia dinero, se intercambia cuido.

Paola Arias, parte del equipo central, lo resume así:

“Este proyecto ha demostrado que sí se puede. Se gana un pueblo. Si hoy no tengo dinero para comprar zapatos nuevos, yo voy a La Tilichera”.

Otras voces de la comunidad refuerzan la importancia del proyecto.

Mónica Horner señala: “Es una manera bonita de aprovechar los recursos”.

Fern Perkins agrega: “Para mis hijos es una lección: entregar algo para poder recibir algo. Eso tiene muchísimo valor”.

Reutilichar: transformar residuos en oportunidades

Además de la tienda de trueque, surgió “Reutilichar”, un emprendimiento social donde mujeres de la comunidad transforman materiales textiles recuperados en bolsos, estuches y piezas únicas hechas a mano.

Cada producto demuestra que los residuos no son basura, sino recursos valiosos. Esta iniciativa genera empleo, habilidades y economía circular con rostro humano.

Una red que sostiene a Monteverde

El proyecto moviliza a hoteles, familias, negocios locales y voluntariado.

Raquel Castro, del hotel Cala Lodge, explica:

“Hemos donado utensilios, blancos y ropa en buen estado. Todo pasa por un filtro y luego va a La Tilichera. Incluso nuestros colaboradores pueden cambiar puntos por artículos que necesitan. Es una solución maravillosa para familias con hijos en crecimiento”.

La tienda también crea vínculos.

“Aquí generamos lazos. Somos como un rizoma juntos”, describe otra participante.

En el corazón del proyecto hay un equipo de mujeres —muchas de ellas madres solteras o jefas de hogar— que sostienen el espacio con su tiempo y amor. A cambio, reciben becas educativas para sus hijos e hijas.

Paola lo resume así:

“Reutilizar no es una moda… es un estilo de vida. Es un honor formar parte de este grupo de mujeres tan apasionadas”.

La necesidad urgente: un hogar permanente

En julio de 2025, La Tilichera se mudó temporalmente al Centro Comunitario de Monteverde, a la par de la Biblioteca Interactiva de Santa Elena. El Fondo Comunitario ofrece el espacio a un precio especial hasta diciembre de 2025, mientras que el BCR y la Municipalidad dieron apoyo por más de cuatro años con un local sin costo.

Sin embargo, esta ubicación es solo temporal.Para seguir existiendo, La Tilichera necesita con urgencia un espacio fijo.

Buscamos el uso de un edificio existente o acceso a un terreno donde instalar una estructura modular construida con contenedores.

La comunidad puede ayudar: un espacio físico permitiría que este proyecto esencial continúe sirviendo a Monteverde y se convierta en un modelo replicable en otras comunidades.