Salud

​Temporada de riesgo: Fedefarma alerta a la población ante una ola de medicamentos falsificados

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Laura, de 42 años y residente en Puntarenas, lidia desde hace años con un dolor crónico en la espalda que requiere medicación diaria y costosa. Hace un mes, mientras buscaba una manera de aligerar sus gastos mensuales, se topó con una publicación atractiva en una conocida plataforma de redes sociales: una caja de su analgésico habitual ofrecida a casi la mitad del precio de la farmacia.

​»El vendedor tenía buenas referencias. Me dijo que era un ‘stock sobrante’ de una clínica que cerró. Lo vi como una bendición «,cuenta Laura, sentada con una expresión de arrepentimiento. Se reunió con el vendedor en un lugar público, pagó en efectivo y sintió que había hecho una compra inteligente.

 

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La Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos  (Fedefarma) hace un llamado de atención a las personas a la prevención y a comprar sus medicamentos en sitios autorizados como farmacias, clínicas y supermercados.

 

“Consideramos que el ambiente festivo y la mayor circulación de dinero motivan a las personas a realizar más compras, quienes muchas veces buscan ofertas y soluciones rápidas para problemas de salud que van desde resfríos, malestares comunes hasta  enfermedades crónicas, explicó Fernando Vizquerra, Director De Fedefarma para el clúster de Costa Rica y Guatemala.

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Agregó que, esto genera una oportunidad para que redes ilegales introduzcan productos no regulados, al aprovechar  el aumento del tránsito de personas tanto dentro como fuera de las fronteras, con consecuencias muy negativas, incluso mortales para las personas, y económicas para los sistemas de salud.

Las  ventas de medicamentos ilegales pueden presentarse en aceras, plazas, ferias y mercados e incluso páginas de Internet, donde también los productos de cuidado personal son ofertados-, y hasta en lugares disfrazados de encomiendas, como lo encontró el Ministerio de Salud, en julio recién anterior.

 

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De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, entre el 10 y el 30%, es decir entre 1 y 3 de cada 10  medicamentos pueden ser falsificados en países en desarrollo, como los centroamericanos y del Caribe,  y se pueden presentar tanto en los medicamentos de marca como genéricos.

 

Los medicamentos falsificados son productos,  fraudulenta y deliberadamente mal etiquetados en relación con su identidad y/u origen. Comprenden desde la copia ilegal de productos registrados hasta la manufactura de productos sin sustancia activa. Se han encontrado falsificaciones de todo tipo de medicamentos, desde aquellos para salvar una vida hasta genéricos de bajos costo como analgésicos.Se pueden encontrar falsificaciones con un ingrediente activo diferente a lo etiquetado, sin ingrediente activo o con menos de los indicado. (Referencia OPS)

 

Amenaza contra la salud y la economía

Se calcula que los países gastan USD 30 500 millones al año en estos productos(…) La carga económica es también sustancial, pues las pérdidas anuales que causan estos productos por ineficacia del tratamiento, mayores costos de atención de salud y pérdidas de productividad se cifran en miles de millones de dólares. Para los pacientes, las consecuencias son nefastas: el hecho de confiar en productos ineficaces o dañinos puede agravar una enfermedad, prolongar el sufrimiento y alimentar la resistencia a los fármacos, dificultando con ello el tratamiento de las enfermedades”. (OMS, 2024)

De acuerdo con el representante de Fedefarma es importante  “recordar que un medicamento falso pone en riesgo la salud de las personas, incluso hasta la vida, no solo porque no le ayuda a recuperarse, sino que puede contener sustancias tóxicas que atentan contra su salud integral. Además, el bolsillo, el presupuesto familiar se ve muy afectado, al incurrir en gastos dobles o mayores.  Adicionalmente, hay afectaciones al sistema de salud, ya que un paciente al hacer una crisis por un medicamento, luego requerirá atención, traslados e internamientos”.

Laura se encontraba alarmada por los nuevos síntomas, y sospechando de algo más que su condición crónica, Laura acudió a su médico de cabecera. Después de analizar sus síntomas y revisar el paquete «misterioso» de pastillas que llevaba, el doctor la remitió a la farmacia para una revisión minuciosa.

Fue a la farmacia más cercana y consultó con el regente de la farmacia y este le dijo que ​el blister no coincidía con el sello de seguridad oficial del laboratorio, y el color de las tabletas era ligeramente más pálido. Las náuseas y la fatiga probablemente eran una reacción a la mezcla química ineficaz que estaba consumiendo, posiblemente una combinación de almidón y un residuo tóxico, según su médico.

​»Sentí un terror horrible. No solo el medicamento no me curaba, sino que me estaba envenenando lentamente. Puse mi vida en las manos de criminales para ahorrarme unos cuantos colones,» confiesa Laura con la voz quebrada.

​La recuperación fue lenta. Tuvo que desintoxicar su cuerpo y reiniciar el tratamiento con el medicamento original, comprado en un establecimiento autorizado. Su caso sirve ahora como una dolorosa advertencia sobre la peligrosa «temporada alta» de falsificación alertada por Fedefarma.

Gráfico sobre como identificar un medicamento falso. Imagen suministra por Fedefarma

Recomendaciones de Fedefarma

  •       Buscar puntos de venta formales y farmacias con licencias
  •       Sospechar si el precio es muy bajo comparado con otros puntos de venta
  •       No comprar en la calle, plazas, ferias o mercados,  en ventas ambulantes o sitios sospechosos de Internet.
  •       Desconfiar de publicidad “milagrosa”. Si tiene dudas, mejor no compre esos tratamientos.
  •       Revisar que el empaque esté bien cerrado y que tenga los sellos de seguridad íntegros. (Ver infografía de Fedefarma)
  •       Desechar los medicamentos vencidos o que no se utilicen en puntos de acopio autorizados como las farmacias de los centros médicos.

Reportar a las autoridades cualquier sospecha de venta de medicamentos ilícitos.

​»Nunca más. El ahorro no vale la salud. Si yo lo hubiera sabido antes…»

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