Salud

El reto de la longevidad: ¿Podrá Costa Rica mantener sus zonas azules?

Se recomienda la creación de un modelo integral de longevidad

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Las principales zonas azules en Costa Rica se encuentran en la bajura guanacasteca, en los cantones de Nandayure, Hojancha, Santa Cruz, Carrillo y Nicoya. Estos lugares se han caracterizado por la longevidad de sus habitantes y el bienestar de los mismos.

Para profundizar en el tema, conversamos con el doctor Fernando Morales, médico geriatra, exdirector del hospital geriátrico Dr. Raúl Blanco Cervantes y actualmente decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica.

El decano de la facultad menciona que el propósito de este V informe es hacer una actualización y revisión de las cinco zonas azules del mundo y ese fenómeno demográfico único en el mundo podía tener similitudes y sostenibilidad, por donde va a evolucionar en un futuro.

Agregó que se requiere más investigaciones profundas a futuro para poder determinar este tipo de comportamiento, ya que esto es muy cambiante, lo que podría ser hoy mañana no sería lo mismo.

La bajura guanacaste es históricamente reconocida por su alta longevidad, y se está observando un preocupante cambio en la salud de las generaciones más jóvenes. El abandono de la dieta tradicional rica en alimentos frescos y locales ha dado paso a una alimentación basada en productos ultraprocesados y altos en azúcar, lo que ha contribuido al aumento de enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y la hipertensión en personas menores de 50 años. Según datos recientes, estas afecciones han aumentado en un 35 % en la última década entre menores de 40 años, lo cual pone en riesgo la calidad de vida y la esperanza de vida futuras.

‘La evidencia deja dudas por los estilos de vida han cambiado y el cambio climático está impactando fuertemente las costumbres y se ha modificado, no para mejorar la situación’, mencionó Morales a Puntarenas Se Oye sobre el cambio de los estilos de vida en las Zonas Azules.

Desafíos

  • Uno de los principales desafíos radica en la preservación de los hábitos alimentarios tradicionales. El aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados representa una amenaza directa a las prácticas alimentarias que han caracterizado históricamente la región. Por ello, se vuelve imprescindible desarrollar estrategias que revaloricen la dieta tradicional, fomentando el consumo de productos autóctonos y la transmisión de conocimientos culinarios entre generaciones.
  • El segundo gran desafío se relaciona con el mantenimiento de hábitos saludables. La práctica regular de ejercicio físico es fundamental para la prevención de enfermedades crónicas y el bienestar integral de las personas. Frente a este desafío, se requiere fortalecer acciones comunitarias que promuevan el movimiento diario, el acceso a espacios públicos adecuados y programas de actividad física inclusiva.

 

  • El tercer desafío consiste en preservar los lazos intergeneracionales y el estilo de vida que ha sido clave para la longevidad en la Península de Nicoya. El estilo de vida característico de Nicoya —basado en la interacción social, el apoyo mutuo y el respeto intergeneracional— ha sido una de las claves de la longevidad en la región. Sin embargo, los cambios sociales y económicos actuales amenazan con debilitar estos vínculos. Es necesario reforzar los programas comunitarios existentes e implementar nuevas iniciativas que fomenten la convivencia entre generaciones, mediante actividades culturales, espacios de encuentro y el rescate de saberes tradicionales.

Finalmente, la longevidad debe concebirse no solo como un indicador demográfico, sino como una expresión del desarrollo inclusivo, equitativo y centrado en la persona. Los estudios e investigaciones en las Zonas Azules han demostrado que la longevidad no es el resultado exclusivo de la genética o de la atención médica avanzada, sino de un estilo de vida simple basado en una alimentación saludable, la actividad física constante, el apoyo social y un fuerte sentido de propósito.

Las personas investigadoras advierten que como costarricenses tenemos el reto ineludible de repensar sus estructuras desde un enfoque intergeneracional, donde la experiencia acumulada de las personas adultas mayores se articule con la innovación y el dinamismo de las nuevas generaciones.

 

Es necesario avanzar hacia entornos más accesibles, inclusivos y resilientes, que reconozcan la diversidad del envejecimiento y garanticen la participación plena de todas las personas, sin distinción de edad.

 

Fabricio Alfredo Obando Chan

Periodista graduado de la Universidad Federada San Judas Tadeo con amplia experiencia en la cobertura de temas de cultura, política, salud, nacionales y turismo. Amante de un buen libro, una salida a la playa y encontrar historias cotidianas para volverlas noticias. Laboró en diferentes medios de comunicación en Guanacaste, desde prensa escrita, televisión, radio y prensa digital. Jefe de información, periodista y reportero.

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