Costa Rica lidera la lucha contra el cáncer con nuevo proyecto de interés mundial
● El trabajo de la UCR captó la atención de la ONU, la cual terminó por seleccionar al Cicica-UCR para liderar una formación de prestigio internacional

El Centro de Investigación en Cirugía y Cáncer (Cicica), de la Universidad de Costa Rica (UCR) ha implementado una de las tecnologías avanzadas en el mundo que permite el estudio individual de cada célula de cáncer.
Se trata de la tecnología de transcriptómica de célula única, más conocida como single-cell RNA-seq, una herramienta que permite estudiar las diferentes poblaciones celulares dentro de un cáncer, a fin de conocer su comportamiento individual y las características específicas de cada célula que podrían estar favoreciendo la progresión tumoral.
El avance de ese conocimiento implementado por el Cicica desde hace tres años, unido al prestigio de la Universidad de Costa Rica, no pasó desapercibido y este 2025 captó la atención internacional, especialmente, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Gracias al liderazgo del Dr. Ricardo Chinchilla Monge, investigador de este Centro, y mediante la universidad UNU-Biolac, en colaboración con profesores de la Universidad de Chile y de la Universidad Tecnológica Metropolitana de Chile, la ONU seleccionó al Cicica-UCR —de entre muchos centros del mundo— para liderar uno de los procesos de enseñanza mundial más prestigiosos de la región dirigido a toda Centroamérica, el Caribe y Suramérica. ¿Los impactos? Altamente significativos.
La designación a la UCR no solo enaltece el liderazgo de Costa Rica como un país pionero a nivel regional en la formación avanzada en tecnología aplicada a la investigación, sino que también consolida su rol protagónico como entidad capaz de encabezar soluciones científicas de impacto global.
“En una región como la centroamericana, donde los diagnósticos tardíos y el acceso desigual a tratamientos para el cáncer son desafíos persistentes, la enseñanza de esta tecnología puede ser un punto de inflexión”, expuso la Dra. Ana Cristina Castro Castro, investigadora del Cicica-UCR y una de las instructoras del curso.
“A largo plazo, las investigaciones que se realicen con este tipo de tecnologías podrían permitir el desarrollo de biomarcadores más específicos, terapias personalizadas y estrategias de monitoreo más eficaces, todo adaptado al perfil genético y molecular de nuestras poblaciones”, agregó la Dra. Castro. En efecto.
El single-cell permitirá a futuro traducir el conocimiento que se genere en un mejor pronóstico para las personas con dicha enfermedad, al estudiar la heterogeneidad de las células de cáncer dentro de un tumor, algo que no brindan los análisis tradicionales.
Actualmente, los métodos tradicionales estudian una mezcla de todas las células de cáncer presentes en un tumor. Básicamente, es como analizar un concierto en el cual toda una orquesta toca al mismo tiempo y no se logra distinguir qué instrumento suena en cada parte.
Esa limitación hace que se pierdan detalles importantes, como la presencia de mutaciones específicas o el perfil de resistencia a tratamientos, lo que termina por dificultar la toma de decisiones médicas precisas. Hoy, con la tecnología single-cell, la historia es diferente.
La transcriptómica de célula única permite aislar cada célula cancerosa a fin de entender su papel específico en esa melodía del cáncer y detectar cuando uno de ellos desafina (célula maligna), incluso antes de que toda la orquesta suene mal (se desarrolle la enfermedad).
“En este caso, es la primera vez que el Cicica realiza y coordina un curso en la tecnología de single-cell con énfasis a científicos de Centroamérica y Suramérica, apoyado por la UNU-BIOLAC, por lo que este evento recubre una gran importancia para nuestro centro y la UCR. La idea es que sea el principio de una serie de cursos que se estén impartiendo para lograr una capacitación continua a nivel latinoamericano y principalmente a nivel centroamericano, donde el Cicica-UCR se pueda posicionar como referente en la tecnología de Single-cell RNA-seq”, manifestó el Dr. Chinchilla.