Economía

UNED: Economía de Costa Rica estable, pero con gran deuda social pendiente

 2025 concluye con inflación baja, reservas internacionales fortalecidas y exportaciones en alza; sin embargo, nación enfrenta reto de transformar estabilidad en bienestar y oportunidades, advirtió académico. 

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Costa Rica cerrará el 2025 con una economía estable y perspectivas positivas, aunque mantiene deudas importantes en infraestructura, seguridad y educación, de acuerdo con el análisis de la Escuela de Ciencias de la Administración (ECA) de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

 

La proyección de la escuela detalló que el ajuste al alza en la proyección de crecimiento económico del Banco Central de Costa Rica (BCCR) responde al buen desempeño del régimen de zona franca y del perfeccionamiento activo, los cuales han sido los principales motores del crecimiento.

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El director de la ECA, Federico Quesada Chaves, explicó que el país ya interiorizó algunas las medidas restrictivas de su principal socio comercial, y ahora se presenta una expectativa positiva sustentada en un mayor dinamismo de las exportaciones, especialmente de dispositivos médicos, y en el aprovechamiento de nuevas instalaciones bajo regímenes especiales.

 

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A criterio del académico, lo anterior quedaría supeditado a que el principal socio comercial no imponga barreras comerciales a los dispositivos médicos, lo cual actuaría en detrimento de las exportaciones, el crecimiento y la atracción de inversión extranjera directa.

 

“Durante el año, la economía ha mostrado signos de recuperación y un entorno de confianza sostenido por el crecimiento de las exportaciones y la estabilidad del tipo de cambio, que se ha mantenido cercano a los ₡500 por dólar y la proyección es que se conserve en ese rango”, informó Quesada. 

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El profesional universitario señaló que el Banco Central ha mantenido la Tasa de Política Monetaria (TPM) en niveles estables y que incluso podría reducirla ligeramente en los próximos meses para incentivar la inversión y estimular el consumo interno.

 

Agregó que la estabilidad de la política monetaria es clave para mantener el ritmo de crecimiento y mejorar las condiciones crediticias, “la tendencia apunta a un cierre de año estable, sin presiones inflacionarias ni cambiarias”, continuó el economista. 

 

En ese contexto, Quesada indicó que uno de los datos más destacados del 2025 es la inflación proyectada en torno al 0,2%, –una de las más bajas de la región–, el cual refleja un equilibrio en los precios, aunque también puede asociarse a una menor producción o desempleo estructural, el cual ha presentado un leve aumento en los últimos dos trimestres.

 

“Una inflación baja no implica una pérdida significativa del poder adquisitivo, pero sí podría ser señal de una economía que crece lentamente, lo importante es mantener un equilibrio que permita dinamizar la producción sin generar presiones inflacionarias”, señaló el académico.

 

Contexto internacional favorable. El entorno internacional también ha contribuido a un cierre positivo, de acuerdo con el director de la ECA las tensiones geopolíticas han disminuido, con avances en acuerdos de paz en Medio Oriente y una mayor estabilidad en los mercados internacionales, lo que ha evitado aumentos en el precio del petróleo y posibles shocks externos.

 

“Aunque persisten indicios de conflicto en América del Sur, el impacto para Costa Rica ha sido limitado y el precio del crudo se mantiene bajo control. Esto brinda un panorama más predecible para el cierre del año”, comentó Quesada. 

 

Según el experto Federico Quesada, la estabilidad impulsada por el dinamismo exportador no se traduce automáticamente en bienestar social. El académico subraya la urgencia de atender cuatro retos estructurales clave:

• ​Infraestructura Deficiente: Limita la competitividad y obstaculiza el transporte eficiente de mercancías.

• ​Deterioro en Seguridad: El aumento de la inseguridad impacta negativamente la atracción de inversión extranjera y la industria turística.

• ​Brechas Educativas: El rezago en la incorporación de nuevas tecnologías y la falta de talento humano especializado limitan las oportunidades de progreso.

• ​Seguridad Alimentaria: Requiere mayor inversión en tecnología e innovación para el sector agropecuario.

​Quesada fue enfático: «Invertir en infraestructura, educación y seguridad es clave para transformar el crecimiento en bienestar social.»

​El análisis de la UNED concluye que la prioridad nacional debe ser impulsar las reformas estructurales necesarias para que el crecimiento económico se traduzca en empleo, equidad y progreso sostenible para toda la población. Costa Rica tiene la oportunidad de consolidar su desarrollo, pero solo si cumple con estas tareas pendientes.

 

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