Aunque el país y el mundo vive una crisis por el coronavirus, la misma tendrá grandes efectos negativos en la economía global y en la ya débil economía costarricense. La crisis con el COVID-19 tendrá consecuencias en la destrucción del empleo que serán duraderas y de ahí que no podemos perder de vista la urgente necesidad de tomar medidas para reactivar la economía y generar empleos en el mediano plazo.
En Pacífico Central el desempleo era de un 15,2% para el IV Trimestre del 2019 y podría superar el 25% en este 2020. Además, con un nivel de pobreza del 29,8%, y en donde en el último año aumentó la desigualdad, disminuyó el ingreso promedio por hogar en un 11,1% y el ingreso per cápita del hogar en un 4,3%.
El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE) estimó que los niveles de pobreza durante la pandemia podrían llegar al 29% de los hogares costarricenses, esto es un aumento del 38%. En Pacífico Central (Puntarenas) la pobreza ya estaba en 29,8% y si aumenta también un 38%, estaría llegando al 41%.
En medio de toda esta crisis que ya vive Puntarenas, resulta incomprensible cómo una propuesta de inversión por $150 millones de dólares para generar 1.500 empleos presentada desde hace más de 10 meses (el 26 de junio del 2019), sigue todavía sin interés del Gobierno de la República. La propuesta plantea la construcción y puesta en operación de una planta procesadora de atún, así como la puesta en operación de un puerto base para mantenimiento, reparaciones y abastecimiento de embarcaciones en la zona del pacífico de Costa Rica.
El único requisito es asegurarse el abastecimiento de una parte de la materia prima indispensable para su operación tal como funciona esta industria, mediante la asignación de una parte de la capacidad de acarreo para barcos de cerco que el país tiene en el marco de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y que se encuentran disponibles, es decir están ahí en una gaveta sin utilizar.
Esta cuota solo se puede otorgar a barcos de cerco para pescar en aguas internacionales, en donde si Costa Rica no la aprovecha, otros países como México, Perú, Colombia, y El Salvador si la aprovechan, y generan miles de empleos con plantas procesadoras en sus zonas costeras. Mientras que en Costa Rica seguimos teniendo en la miseria, el abandono, el desempleo y la pobreza a Puntarenas.
El impacto positivo del proyecto tendría beneficios en el aumento en la recaudación del Gobierno Central, la C.C.S.S, la Municipalidad de Puntarenas, de INCOPESCA, 1.500 empleos directos aproximadamente, otros miles de empleos indirectos, entre otros. Además, en las plantas procesadoras de atún más del 50% de sus colaboradores son mujeres.
El Poder Ejecutivo por medio de su Ministro de Agricultura tiene total discrecionalidad para regular vía decreto la asignación de esta cuota CIAT. Si el ministro emite un decreto para asignar la cuota a dueños de barcos que no invierten ni generan un solo empleo en Puntarenas será una señal inequívoca de que el Gobierno de la República prefirió defender intereses espurios, en lugar de emitir un decreto que otorgue la cuota atunera a empresas que están proponiendo inversiones millonarias que generarían miles de empleos en Puntarenas. Es decir, que estarían gobernando para beneficiar a unos pocos y no para el bien común como debe de ser.
No es entendible que pasen 10 meses sin respuesta o sin un accionar del gobierno para la asignación de la cuota atunera solicitada, lo cual demuestra la poca voluntad del Gobierno para generar empleos con este proyecto. ¿Será que el Gobierno prefiere dar la cuota atunera a dueños de barcos que no invierten ni generan un solo empleo en Puntarenas, en lugar de generar estos 1.500 empleos que tendrían un enorme beneficio para Puntarenas y para el país?
Señor presidente: ¿hay que rogar en este país para generar empleos para Pun tarenas?
Artículo de opinión escrito por Douglas Salazar Cortés – Máster en Relaciones Internacionales & Diplomacia Universidad Nacional.
