Colegio de Veterinarios califica de «inviable» proyecto de ley para clínicas estatales
● Proyecto pretende imponer más funciones al SENASA, institución que ya de por sí tiene graves limitaciones para su operación mínima.

El Colegio de Profesionales en Medicina Veterinaria de Costa Rica señala múltiples incoherencias y contradicciones en el proyecto de ley para la Creación de Clínicas Veterinarias Estatales (Expediente No.25141), presentado por la diputada Rosaura Méndez Gamboa.
“Si bien el proyecto tiene un espíritu noble, lo cierto es que su planteamiento no es viable y presenta falencias e inviabilidades que merecen una discusión más profunda, con el apoyo técnico y profesional de quienes sí conocen del tema, y sin apresurarse a implementar propuestas que, lejos de beneficiar a las mascotas y a sus tutores, podrían generar consecuencias negativas a largo plazo” manifestó la Dra. Silvia Coto, presidente del Colegio de Profesionales en Medicina Veterinaria de Costa Rica.
«La Dra. Silvia Coto, del Colegio de Profesionales en Medicina Veterinaria, afirmó que, a pesar de la buena intención del proyecto, su diseño actual no es viable. Ella subraya la necesidad de un análisis más riguroso, con la participación de profesionales del sector, para corregir las fallas e inviabilidades y así evitar que, en lugar de beneficiar, la propuesta termine perjudicando a las mascotas y a sus tutores.»
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Impuesto sugerido: Inviabilidad económica
El proyecto contempla un impuesto del 10% sobre los productos para mascotas como medio de financiamiento para la creación de clínicas veterinarias estatales. Sin embargo, el Colegio considera que este gravamen es insuficiente para cubrir los elevados costos iniciales de infraestructura, equipos y personal necesarios para poner en marcha una red de clínicas veterinarias en cada cantón del país.
Según la Dra. Coto, el proyecto de ley tiene una contradicción fundamental: pretende beneficiar a familias de bajos recursos, pero su financiación se basa en un impuesto que encarecería productos y servicios de primera necesidad para las mascotas. Este aumento de costos podría forzar a los dueños a elegir entre comida y medicina preventiva, lo que finalmente comprometería la salud de los animales y, potencialmente, la salud de las personas.
Aumento de funciones para el SENASA y limitaciones operativas
La iniciativa promueve que las nuevas clínicas veterinarias estatales estén adscritas y administradas por el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) y ubicadas en sus sedes regionales con el fin de ayudar a poblaciones con limitados recursos económicos.
Según el Colegio, esas oficinas no se localizan en zonas remotas por lo que el servicio veterinario potencialmente ofrecido no beneficiaría a quien se busca ayudar. Además, estas sedes no están equipadas con la infraestructura (quirófanos, salas de recuperación, laboratorios) ni el personal necesario, para funcionar como clínicas veterinarias.
“Asignar más funciones a las múltiples que ya de por sí tiene el SENASA es la ruta garantizada a la ineficiencia. Esta institución ha sufrido una reducción en su presupuesto casi del 12% del presupuesto mínimo requerido, lo cual actualmente limita incluso cubrir sus necesidades mínimas operativas” afirmó la Dra. Silvia Coto.
Aumento de funciones para el SENASA y limitaciones operativas
La iniciativa promueve que las nuevas clínicas veterinarias estatales estén adscritas y administradas por el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) y ubicadas en sus sedes regionales con el fin de ayudar a poblaciones con limitados recursos económicos.
Según el Colegio, esas oficinas no se localizan en zonas remotas por lo que el servicio veterinario potencialmente ofrecido no beneficiaría a quien se busca ayudar. Además, estas sedes no están equipadas con la infraestructura (quirófanos, salas de recuperación, laboratorios) ni el personal necesario, para funcionar como clínicas veterinarias.
“Asignar más funciones a las múltiples que ya de por sí tiene el SENASA es la ruta garantizada a la ineficiencia. Esta institución ha sufrido una reducción en su presupuesto casi del 12% del presupuesto mínimo requerido, lo cual actualmente limita incluso cubrir sus necesidades mínimas operativas” afirmó la Dra. Silvia Coto.
Críticas al Proyecto de Ley desde el Colegio de Veterinarios
El Colegio de Profesionales en Medicina Veterinaria señala que el proyecto de ley para las clínicas estatales tiene un profundo desconocimiento de la práctica veterinaria.
- Falta de rigor científico: El proyecto usa términos sin fundamento como «razas menores» y propone una atención multi-especie sin considerar las grandes diferencias en el tratamiento de animales tradicionales (perros, gatos) y exóticos (conejos, hámsteres).
- Costos subestimados: El proyecto califica de «cara» a la medicina veterinaria, ignorando que requiere los mismos estándares de calidad, insumos y esterilidad que la medicina humana. La Dra. Coto ilustra esta realidad con cifras: un consultorio de medicina preventiva puede costar hasta ₡5 millones y un quirófano, más de ₡25 millones.
- Falsa percepción de gratuidad: El proyecto promueve la idea equivocada de que la atención médica estatal es gratuita. La Dra. Coto aclara que los servicios como los de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se pagan con los aportes de todos los trabajadores y patronos, lo que los hace un sistema universal y solidario, no gratuito.
Alternativas del Colegio de Veterinarios al Proyecto de Ley
El Colegio de Profesionales en Medicina Veterinaria de Costa Rica propone varias alternativas para hacer el proyecto de ley más viable y efectivo. Estas son sus principales sugerencias:
Financiamiento: En lugar de un impuesto a productos de mascotas, se debería financiar el proyecto con una combinación de fondos, incluyendo dinero del presupuesto nacional y multas por maltrato animal.
Subsidios focalizados: En vez de precios bajos para todos, se propone un sistema de subsidios dirigido específicamente a las familias de bajos recursos, usando datos de la Encuesta Nacional de Hogares.
Implementación gradual: Se sugiere comenzar con clínicas piloto en diferentes regiones para evaluar su funcionamiento antes de expandir el proyecto a todos los cantones.
Modelo de atención mixto: Se podría complementar las clínicas fijas con unidades veterinarias móviles para llegar a zonas rurales y remotas. También se propone colaborar con clínicas privadas bajo la supervisión del SENASA.
Gestión municipal: Se plantea que cada municipalidad administre su propia clínica, con un veterinario a cargo, para garantizar una mayor accesibilidad a nivel local.
Responsabilidad del tutor: El Colegio reitera que tener una mascota es una responsabilidad, no un derecho. La ley ya establece las obligaciones de los dueños, y si no se pueden cumplir, lo más prudente es no tener una mascota.