Salud

Hospital William Allen fortalece la recuperación con rehabilitación cardíaca

La iniciativa amplió su capacidad de atención, redujo riesgos cardiovasculares y mejoró la funcionalidad de personas con enfermedades del corazón.

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Don Uriel Mora Gómez, vive en el cantón de Turrialba y el año pasado tuvo un evento cardiovascular desde ese día hasta la fecha sigue acudiendo al  servicio de Terapia Física y Rehabilitación del hospital William Allen Taylor, en Turrialba, continúa fortaleciendo la atención integral a las personas con enfermedades cardiovasculares mediante su Programa de Rehabilitación Cardíaca, iniciativa que ha demostrado importantes beneficios en la calidad de vida, el control de riesgos y la prevención de nuevos eventos cardíaco.

 

Así como la historia de don Uriel Mora Gómez, muchos turrialbeños cuentan con esta iniciativa que los ayuda a mejorar su calidad de vida y sobre todo que el corazón siga trabajando con mucha fuerza.

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Desde su inicio, el 30 de septiembre de 2024, el programa ha logrado expandirse significativamente, pasando de atender a 12 personas a un total de 36 pacientes activos por grupo de trabajo, de los cuales 15 participan de forma presencial y el resto recibe atención en modalidad domiciliaria, logrando completar aproximadamente a 70 pacientes en el programa a la fecha.

 

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Las sesiones presenciales se realizan los lunes por la tarde y los miércoles y viernes por la mañana, organizadas en dos grupos que siguen un plan de trabajo estructurado durante un año, con mayor intensidad en los primeros tres meses.

 

Esta rehabilitación está dirigida a pacientes con antecedentes de infarto, enfermedad arterial coronaria o que han recibido procedimientos como angiografía o bypass coronario. Su principal objetivo es ayudar a disminuir los factores de riesgo que provocaron el problema cardíaco y mejorar la circulación del corazón creando nuevas rutas de riesgo sanguíneo.

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Estudios indican que, sin un proceso de rehabilitación cardíaca, el riesgo de un segundo infarto puede alcanzar el 20–25% en el primer año, con una tasa de mortalidad cercana al 10%. Por ello, el programa contribuye a disminuir de manera significativa estos riesgos, ofreciendo una recuperación más segura y sostenida.

 

“La rehabilitación consiste en darle mayor ventaja al corazón después de una lesión. Iniciamos con una valoración integral para prescribir un régimen de ejercicio adecuado, que luego vamos escalonando según la tolerancia y evolución de cada persona usuaria”, explicó la doctora Margarita Arroyo, coordinadora del programa.

 

¿Cómo se inicia la sesión de trabajo?

 

Cada encuentro incluye tres fases fundamentales orientadas a fortalecer al paciente de forma integral:

  • Entrada en calor: movilidad articular, activación y ejercicios de potencia para mejorar el equilibrio y prevenir caídas.
  • Trabajo físico principal: ejercicios aeróbicos continuos y entrenamiento de fuerza en circuito.
  • Vuelta a la calma: técnicas para disminuir pulsaciones y estabilizar el cuerpo después del esfuerzo.

 

“Buscamos que los pacientes recuperen su capacidad funcional y desarrollen movimientos esenciales para su vida diaria”, destacó Juan Diego Soto, terapeuta físico del programa.

 

Entre los desafíos más importantes se encuentra garantizar la continuidad del ejercicio una vez que el paciente avanza en el proceso de rehabilitación. El éxito del programa es resultado del trabajo coordinado de un equipo multidisciplinario conformado por:

  • Médico de familia
  • Médico general
  • Terapeuta físico
  • Terapeuta respiratorio
  • Técnico en electrocardiograma
  • Profesional de enfermería

Su enfoque integral ha permitido disminuir riesgos, mejorar la funcionalidad física y sembrar confianza en los pacientes que viven con enfermedades cardíacas.

 

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