Salud

Depresión Geriátrica: El comportamiento ‘apagado’ es un síntoma de alarma, no es una normalidad de la edad

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La Navidad es sinónimo de alegría, de villancicos, luces de colores y el tiempo de compartir en familia, pero para los adultos mayores es una época en donde se encuentran solos e inclusive algunas familias no quieren pasar tiempo de calidad con ellos, aun sabiendo que nosotros también llegaremos a ser adultos mayores. En estas épocas, ellos necesitan una compañía más que un regalo material.

 

¿Qué es la depresión geriátrica?

El Dr. Fernando Morales, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica define la depresión geriátrica como un padecimiento relacionado con la tristeza y la desmotivación . Es un estado de ánimo caracterizado por una profunda tristeza y una falta significativa de motivación

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Acota que puede ser un estado exacerbado por una variedad de factores orgánicos y químicos asociados a múltiples enfermedades médicas. No obstante en términos sencillos y prácticos, se define como una profunda desmotivación generada por una gran tristeza, que resulta en un estado de ánimo inestable e irregular.

Esta condición afecta especialmente a las personas mayores, ya que a menudo se sienten discapacitadas, no integradas al núcleo familiar, y experimentan aislamiento y marginación. Además, las enfermedades crónicas ya sean cardíacas, pulmonares, digestivas, reumáticas o cualquier discapacidad que limite su movilidad contribuyen a este aislamiento con el paso de los años, llevándolos a ese estado desmotivación y tristezas.

¨Las enfermedades reumáticas o los problemas musculo esqueléticos son un ejemplo claro. Una persona que ha sido activa toda su vida y de repente no puede vestirse, asearse o moverse con facilidad siente que ya no es la misma, y esta limitación funcional produce un gran grado de desmotivación y tristeza¨. explicó el especialista sobre otro tipos de afecciones que pueden repercutir en los adultos mayores

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Agregó que, Otras enfermedades, como las cardiopulmonares o cardiovasculares (por ejemplo, una hipertensión severa), o cuadros severos de Diabetes Mellitus, también impactan en la percepción de bienestar y pueden generar tristeza y desmotivación. Lo mismo ocurre con problemas gastrointestinales o afecciones  severas en la piel. Es un acúmulo de patologías que, al disminuir la calidad de vida y la funcionalidad, pueden desencadenar un cuadro serio de desmotivación.

 

Alarma Navideña: La agudización de síntomas depresivos en la población adulta mayor durante las fiestas

 

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Según datos del Ministerio de Salud se reporta que  solo los primeros seis meses de 2025, ya se atendieron 1.154 casos de abandono y maltrato. Esto representa más del 90% de todos los casos registrados en 2024, cuando se reportaron 1.280.

Cada fin de año, los casos aumentan de forma preocupante. Entre noviembre de 2024 y enero de 2025, 152 personas adultas mayores tuvieron que esperar reubicación por agresión o abandono.

El fenómeno sucede porque, a menudo, las personas mayores no son integradas plenamente en el núcleo familiar ni en la familia extendida.

Debemos recordar lo que sucedió durante la pandemia: se indicó no visitar a las personas mayores para evitar el contagio. Muchas personas siguieron estrictamente esa indicación, llevando comestibles sin entrar, casi como si tuvieran una enfermedad crónica terrible. El problema es que, una vez pasada la pandemia, esa distancia se ha mantenido. No integramos a las personas mayores, no las abrazamos, no les damos cariño, no las tenemos cerca.

Este alejamiento se agudiza en Navidad porque son percibidos, equivocadamente, como un obstáculo para el disfrute pleno de la fiesta familiar. Se les deja de lado en los planes de paseos a la playa u otras actividades.

Esto es un grave error. La persona mayor debe ser integrada como el eje, la persona central de la familia. Hay que considerarla, abrazarla y brindarle mucho cariño. El mejor regalo de Navidad es la integración, que sea el centro de la familia, como le corresponde.

Cuando esto no sucede, la Navidad se convierte en una época muy dura para muchos adultos mayores. Esto se repite en Año Nuevo, en las vacaciones de verano y en Semana Santa. No es justificable la discriminación, el edadismo o la marginación hacia ellos. Ellos merecen ser parte del disfrute. Todo es negociable, pero el aislamiento no lo es.

«Focos Rojos»: cómo identificar las manifestaciones atípicas de depresión en el adulto mayor

El  galeno menciona que la depresión infantil es distinta a la depresión en los adultos mayores más cuando una persona mayor que ha sido activa comienza a manifestar un comportamiento callado, introspectivo, que no quiere conversar y que se repliega en sí misma, es un momento de alarma. Es esencial prestar atención a estos focos rojos, pues podría estar en un grado de desmotivación que no hemos notado o que, habiéndolo notado, no le hemos dado la importancia debida.

Debemos entender que esa persona está sufriendo. Es crucial ayudarla a reaccionar. A veces, la desmotivación puede ser causada por una simple infección urinaria no tratada. Identificar y tratar esa condición médica puede revertir el cuadro a la normalidad. Si se deja, puede complicarse.

Hay que estar muy atentos. Una persona que era libre, normal y participativa y de repente se ve «apagada»  como decimos popularmente requiere toda nuestra atención. La introspección y el aislamiento son los primeros y más claros signos de alarma.

 

​No los margine: La importancia de acompañar al adulto mayor frente a las pérdidas múltiples durante la época Festiva

Inclusive la pérdida de un ser querido ya sea su pareja,familiares o amigos esto puede descadenar episodios de inmenso sufrimiento en el adulto mayor.

El especialista recalca la importancia de que los adultos mayores deben de estar acompañados e inclusive facilicitarles espacio de distracción y la recreación con el acompañamiento de alguien responsable.

Menciona que si  la situación es muy severa y no hay reacción, el caso debe ser abordado por un especialista en Psiquiatría o Psicología Clínica, además del Geriatra. Personalmente, priorizo las intervenciones no farmacológicas – intervenciones conductuales, psicoanalíticas, acompañamiento, actividades – y reservo el tratamiento farmacológico (antidepresivos) solo para aquellos casos que no responden a las otras intervenciones.

La decisión de usar fármacos debe basarse en una evaluación geriátrica integral y completa, y solo después considerar una intervención más selectiva de Psiquiatría si es estrictamente necesario.

No es solo tristeza: El rol de las enfermedades psiquiátricas arrastradas en la depresión del adulto mayor

 

Las enfermedades orgánicas de tipo psiquátrico que, por supuesto, pueden producir cuadros depresivos. No es lo más frecuente, pero sí se da.

Son personas que arrastran cuadros de depresión crónica a lo largo de su vida, y al llegar a la edad mayor, estos cuadros se pronuncian más. Esto incluye enfermedades como como la esquizofrenia y otras enfermedades psiquiátricas severas que deben ser contempladas.

 

Hacia el 2040: La Urgencia de Fortalecer la Capacitación Médica ante el Crecimiento Acelerado del Adulto Mayor

 

En la actualidad  tenemos 720 mil adultos mayores, y la proyección es que la cifra esperada para 2050 (un millón de personas) se adelante a 2040. La población está creciendo aceleradamente.

La Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica imparte un curso de Geriatría que es  considerado como uno de los mejores en Latinoamérica. Este curso se imparte durante el último año de la carrera (dos semestres) y contempla a profundidad la parte de depresión, demencia y todas las enfermedades mentales asociadas, dada su importancia.

 

El Dr. Morales comenta que los estudiantes no solo aprenden la parte teórica, sino también la práctica, con análisis de casos reales y simulaciones. Los resultados en los exámenes de Geriatría del Colegio de Médicos y del Internado para los estudiantes de la UCR han sido sobresalientes. Están muy bien formados.

Los graduados de la Universidad de Costa Rica, incluso como médicos generales, están en la capacidad de identificar una depresión, una demencia, una psicosis o una ansiedad. Pueden iniciar un tratamiento y saber dónde referir al paciente para garantizar el seguimiento.

 

No es solo  vivir  más, sino vivir bien: La calidad de vida del adulto mayor como eje central y deuda pendiente de la sociedad

 

Al cierre de la entrevista el especialista explica que la salud mental en general es una gran problemática en nuestro país y sociedad, como lo evidencia la violencia que estamos viviendo. Pero la población adulta mayor está en un momento extraordinario: vivimos más, y el objetivo debe ser vivir bien, con calidad de vida.

Cuando estas personas son marginadas, minimizadas, víctimas de edadismo, abuso o maltrato (algo común en nuestra sociedad hacia las poblaciones más vulnerables), la situación se agrava. He escuchado a muchos pacientes que, tras el maltrato, deciden guardar silencio para evitar un maltrato aún peor.

Esto me obliga a levantar una voz de protesta y una señal de alarma: debemos hacer mucho más de lo que hemos hecho. Puedo asegurar que hoy estamos peor que antes en esta materia.

Si no brindamos respeto ni integración, estamos reproduciendo un modelo que nos pasará factura en el futuro. Quienes maltratan a los adultos mayores serán, muy probablemente, maltratados también.

El llamado es a la sociedad y a los políticos: deben poner mucha atención a la población mayor. No hemos escuchado propuestas concretas ni recursos adicionales para estos programas. Esto es inaceptable.

¿Cómo combatimos esto? Integrando a las personas mayores. Son el eje de la familia y merecen nuestro respeto, cariño, reconocimiento y consideración. Lo que hoy somos como país se lo debemos a ellos. No es posible que tengan que vivir infelices, sintiendo lástima de sí mismos y siendo maltratados.

Esto hay que revertirlo con coraje y decisión, no con palabrería. La familia debe despertar para que los jóvenes respeten a sus mayores.

Menciono qué, «en estas fechas, es vital prestar mucha atención a la alimentación. Algunas familias, sabiendo las vulnerabilidades médicas de sus mayores, les ofrecen comidas inadecuadas que provocan descompensaciones y hospitalizaciones. Eso es cruel e inaceptable. Lo combatiré y lo denunciaré siempre».

 

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