Seguros 2.0: De la protección por enfermedad a planes integrales para la vida de 100 años
El sector asegurador debe adaptar sus productos para acompañar a las personas longevas durante toda su vida, integrando protección, salud y ahorro.

El estudio indica que el futuro de los seguros irá más allá de la protección tradicional frente a la enfermedad o la muerte, enfocándose en acompañar a las personas durante toda su vida mediante estrategias que combinen salud, ahorro y bienestar.
Este tema será expuesto en una conferencia virtual por Adrita Bhattacharya, Directora de Investigación en Salud y Demografía en la Asociación de Ginebra, y forma parte de la 39 ª Conferencia Hemisférica de Seguros, FIDES Pura Vida 2025, el foro más relevante del sector en América Latina y el Caribe.
La Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES) agrupa asociaciones de aseguradoras de más de 20 países, celebra esta conferencia cada dos años.
En esta ocasión Costa Rica es país anfitrión, y el evento es organizado por la Asociacion de Aseguradoras Privadas de Costa Rica (AAP), que reunirá a más de 1.500 líderes internacionales entre aseguradoras, reaseguradoras, brokers, insurtech y reguladores.
Retos y oportunidades para las aseguradoras privadas:
Según Norma Montero, directora ejecutiva de la Asociación de Aseguradoras Privadas de Costa Rica (AAP), las aseguradoras privadas hoy día tienen grandes retos y oportunidades. Entre ellos citó:
• Crear productos híbridos que combinen protección, ahorro y servicios, promoviendo vidas más largas y saludables.• Ampliar los vínculos entre seguro de vida y salud.
• Hacer los productos de ahorro más flexibles.
• Reducir riesgos de salud que afecten la vida laboral.
• Pasar de ciclos de pólizas a corto plazo a períodos de tres años con criterios claros para atender las necesidades de los asegurados.
Costa Rica como ejemplo de longevidad
En Costa Rica, la Península de Nicoya es un ejemplo claro de esta tendencia, donde la población adulta mayor disfruta de mayor longevidad y calidad de vida, y plantea un desafío para este sector en ofrecer productos que combinen protección, salud, ahorro y bienestar a lo largo de toda la vida.
Según el V Informe sobre las zonas azules, un estudio del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo de la UCR, los adultos mayores presentan baja prevalencia de enfermedades crónicas y la proporción de personas centenarias en esta región es superior al promedio nacional, alcanzando 23 por cada 100.000 habitantes, lo que equivale a un centenario por cada 4.257 personas. Esta cifra contrasta con la media nacional, donde solo hay 13 centenarios por cada 100.000 habitantes
No obstante, una población más envejecida generará una demanda de salud significativamente mayor, ya que las personas mayores tienden a enfrentar mayores probabilidades de discapacidad.
“La longevidad plantea un desafío sin precedentes para el sector asegurador privado. Debemos transformar esta realidad en una oportunidad, innovando y colaborando para ofrecer soluciones que integren salud, bienestar y protección a lo largo de toda la vida”, señaló Montero.
Para Montero, este compromiso debe estar también en la mira de las instituciones del Estado, porque la longevidad es un reto país que requiere una respuesta conjunta.
Compañías como: Pan-American Life, Sagicor, BMI, Mapfre, ASSA e INS ya ofrecen productos adaptados a adultos mayores, que buscan atender sus necesidades de protección, salud y ahorro de manera integral.
El enfoque impulsado por la Asociación de Ginebra busca desarrollar soluciones para nuevos productos de seguros ante el aumento de la esperanza de vida, en las que la tecnología y los datos de salud jugarán un papel clave en la prevención y la planificación financiera.
Según el informe, la población busca soluciones que les permitan:
• Mantenerse independientes por más tiempo.
• Tener acceso fácil a asesoría y servicios de salud.
• Contar con planes personalizados y transparencia en términos y condiciones de la póliza
• Incluir condiciones de salud preexistentes.
• Recibir incentivos y apoyo tecnológico, como wearables (para monitorizar la salud) y aplicaciones interactivas.







