Planificar desde ahora es la clave para asegurar la autonomía financiera en un retiro cada vez más largo

Planificar desde ahora para tener una vejez sin complicaciones es muy importante porque la etapa adulta mayor es donde la población tiene más gastos en la parte médica e inclusive si ellos desean darse un lujito.
Este panorama significa que quienes hoy están a pocos años de jubilarse, después de una vida laboral tradicional de aproximadamente 30 años, enfrentarán entre dos y tres décadas adicionales de gastos, especialmente en el disfrute de esta etapa, salud, manutención y cuidados; todo esto con redes familiares de apoyo que podrían ser menos numerosas que en la actualidad. Por ello, Grupo Financiero Mercado de Valores enfatiza que la planificación no puede comenzar en la jubilación, sino años antes, cuando aún existe capacidad de construir y ajustar el patrimonio.
“La generación plateada, aquellos trabajadores cercanos a pensionarse, está creciendo, y con ella la responsabilidad de sostener más años de vida con recursos propios. Cada uno conoce sus necesidades y aspiraciones, pero debemos buscar un equilibrio: una parte para disfrutar, otra para avanzar y otra para cuidarse. La autonomía financiera del retiro no puede improvisarse; requiere planificación, estrategia y claridad desde etapas tempranas”, afirma Cristina Masís, gerente general de Mercado de Valores.
Conscientes de que Costa Rica será un país donde habrá más adultos mayores y menos personas que los cuiden, la planificación patrimonial de quienes hoy están próximos a jubilarse debe adaptarse a un escenario donde la responsabilidad financiera individual será mayor. En la práctica, esto significa anticipar gastos de salud, asegurar liquidez, administrar mejor el riesgo y generar un flujo estable de ingresos durante el retiro.
La inversión basada en objetivos se vuelve clave en este contexto. Esta metodología consiste en definir metas financieras, como la compra de vivienda, educación o retiro, y asignar recursos mediante portafolios que se ajustan según el horizonte y la tolerancia al riesgo.
Para la etapa de retiro, una estrategia de inversión debe:
- Garantizar ingresos para cubrir necesidades básicas.
- Priorizar la protección del capital: Evitar pérdidas significativas que deterioren el volumen del capital y tengan un impacto directo en los ingresos.
- Reducir riesgos que puedan atentar contra la estabilidad del patrimonio, como protegerse contra la inflación.
- Diversificar: Combinar instrumentos defensivos con otros que tengan como objetivo preservar el poder adquisitivo.
El envejecimiento acelerado de Costa Rica exige que la generación plateada adopte un enfoque más consciente, preventivo y orientado al largo plazo. Las decisiones que se tomen hoy tendrán un impacto directo en la autonomía financiera y en la calidad de vida futura.
Por ello, la asesoría patrimonial profesional se convierte en un aliado decisivo para interpretar los mercados, anticipar escenarios y tomar decisiones informadas. El acompañamiento especializado brinda claridad y estructura, especialmente cuando se deben ajustar riesgos y preservar el capital, sin importar en qué etapa de su vida laboral se encuentre.
“Acompañar cada etapa con una estrategia adecuada permite enfrentar la longevidad desde una posición de mayor estabilidad. Las personas necesitan portafolios bien perfilados que se adapten a su realidad, diversificación y disciplina para sostener su bienestar en un futuro cada vez más largo”, agrega Masís.






